Derechos Espirituales del Creyente

El Proyecto de Jesús para el Hombre.

Mateo 9:35-38

Antes de enviar a sus doce discípulos para que echasen fuera espíritus inmundos, para que sanasen toda enfermedad y dolencia, Jesús los instruyó sobre el trabajo principal que debía ocupar su Ministerio.

Los llevó a recorrer exhaustivamente toda ciudad y aldea, enseñando, predicando y sanando toda enfermedad y dolencia del pueblo.
Extrañamente, Jesús al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque a pesar de los milagros recibidos, consideró que estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.

Si revivimos esa imagen gloriosa que experimentaron los discípulos; los ciegos ven, los cojos andan, los cautivos son liberados; en fin una escena tremenda a los ojos de propios y extraños.
La gente saltando, gritando, abrazándose unos a otros y glorificando a Dios por los milagros recibidos; aun los propios discípulos Simón, Andrés, Jacobo, Juan, Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo, Jacobo, Lebeo, Simón el cananita y Judas Iscariote.

Una experiencia que desearían los modernos apóstoles revivir, los elevaría hasta la cúspide de la gloria ante los hombres y la propia Iglesia. Sin embargo, a Jesús lo dominaba otro sentimiento; cómo puede Jesús ver a la gente saltar de alegría al verla liberada de toda enfermedad y dolencia y afirmar que su condición física no era congruente con su condición espiritual: "desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor".

Bien, esta era la condición en que el pueblo se encontraba bajo el ministerio religioso de los ancianos de Israel; fariseos y seduceos; sacerdotes bajo el orden de Aarón. Tampoco los ojos de sus doce pueden ver la condición del Hombre; las multitudes desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.

Los Ministerios de hoy día no han podido revivir esa imagen de "avivamiento" por más que usan y abusan de los efectos especiales; el Ministerio contemporáneo debe abrir sus oídos lo mismo que lo hicieron sus doce ante la voz de Jesús:

"A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies".

Sus doce entendieron e interpretaron bien la voz de Jesús; la oración ante el Padre, el Señor de la mies, es rogar para que envíe obreros, pero no necesariamente para que estos Ministerios busquen la gloria humana ante los milagros de la sanidad de toda dolencia y enfermedad física del Hombre, sino obreros con el corazón de un verdadero pastor semejante a Jesús, forjados en el crisol de Dios. Que estén llenos de compasión por la condición espiritual del Hombre. Esta oración da como resultado el Equipo de Ministerios de Efesios 4:11

¿Con qué oídos han captado el mensaje de Jesús los Ministerios de hoy día? porque los programas y proyectos que se ven en las diversas acciones de los Ministerios que están a la "cabeza de la cadena alimenticia", son muy discordantes con las instrucciones de Jesús para los obreros que estaba discipulando, y listos para enviarlos al Mundo.

Mientras estos Ministerios obren fuera de Efesios 4:11 seguirán buscando los milagros, predicando la gracia sin la verdad, mutilando los textos, pero sin ver la verdadera condición del Hombre, la necesidad de verdaderos pastores que lo saquen de su condición por la cual Jesús tuvo compasión de las multitudes; seguirán buscando la unidad ecuménica, ministrando como apóstoles independientes unos de otros. Predicando bajo el mismo sistema pero sin llegar al Discípulado, sin el compromiso del Señorío de Jesucristo.

!Tocad la Trompeta en Sión, Proclamad Ayuno y Convocad Asamblea! Joel 2:15

!Pueblo es que divaga de corazón! ¿Cuál es, o ha sido nuestra Convocatoria?

Jesús también dice:

!Venid á mí! todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar.
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. Mateo 11:28-30

Descanso basado en un Ministerio de Pacto, relación de yugo, y reconocimiento del Señorío de Jesucristo; no simplemente en SU GRACIA, pero también en LA VERDAD. Juan 1:17 La gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.

Jesús fue el ministerio que puso la plantilla y las bases para un ministerio comprometido, y de obediencia que solo hacía lo que veía hacer al Padre.

Exhortamos a todo el Ministerio a comprometerse a predicar el Evangelio del Reino de Dios con un equilibrio fundamentado en la Piedra del Ángulo; el Mundo (incluso la Iglesia misma) necesita conocer la Gracia de Dios, pero ésta sin la Verdad, condena al Hombre y al Creyente al uso de muletas.

Sus caminos notificó a Moisés, y a los hijos de Israel sus obras. Salmo 103:7 Puede analizar la condición del pueblo con la de Moisés; Moisés instando a los ancianos y el pueblo a conocer los caminos de Dios (caminos de Dios: Proyectos, su Revelación, sus propósitos, su Orden, su Gobierno, su Reino, su Verdad); en cambio Israel prefirió vivir cuarenta años bajo las obras de Dios (léase milagros de Dios) y no conocieron sus caminos. Salmo 95:10-11

“que son israelitas, de los cuales es la adopción (como hijos), y la gloria, y los Pactos, y la data de la ley y el culto y las promesas;

cuyos son los padres, y de los cuales es el Cristo según la carne, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.

No que la Palabra de Dios haya faltado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas”. Romanos 9:4-6

Hoy día muchos sectores de la Iglesia proclaman todas las promesas de Dios, diciendo: "ya no busques lo que ya tienes"; sin embargo, Pablo declara también la soberbia de Israel confiado en el deposito que se le dio, pero que finalmente por dormirse en sus laureles, lo perdieron todo.

Aquí Las Escrituras nos muestran dos Convocatorias; una en el tiempo de Israel, la otra en el tiempo de Jesús.

En este tiempo de La Iglesia, ¿cuál ha sido la Convocatoria de los Ministerios a la Iglesia y el mundo?

"Los grandes líderes predican: "Si usted aceptó a Jesús, busque una iglesia donde congregarse, no importa si es católica"; otros dicen: "Usted ya es salvo, no importa lo que haga o deje de hacer; usted tiene vida eterna".

El nivel tan alto, pero religioso que ha alcanzado la iglesia profesante ha estirado tanto las coyundas que alguna vez existieron en el yugo con Jesús, pero estas se han roto.

!Ya no hay yugo alguno que los una con Jesucristo!
Es necesario que el Ministerio renove el Pacto con Dios, bajo Efesios 4:11.

México, 30 de Noviembre, 2006

Las Libertades del Ministerio

El 1 de Diciembre es muy importante en la vida de México, el presidente electo Felipe Calderón tomara posesión en el Congreso.

Esta noticia sería convencional si no fuera por los problemas que rodean este evento, el autoproclamado "presidente legitimo" López Obrador de la facción del PRD partido de izquierda públicamente se ha propuesto estorbar la toma de posesión y la libertad de gobernar del Presidente Felipe Calderón.

Son unos cuantos, pero cuanto daño están haciendo a todo México, lo bueno es que la mayoría de los ciudadanos mexicanos estamos contra la violencia y la anarquía. Sin embargo, esta situación ha tenido la virtud de que muchas personas se han quitado la máscara y están mostrando su verdadera cara al simpatizar e inclinarse por el caos que orquesta López Obrador.

¿Cuál es el paralelo con la Iglesia?

A diferencia de Felipe Calderón, los ministerios de la Iglesia gozan de una libertad extraordinaria; nadie les estorba para realizar sus tareas. !vaya, ni el Diablo lo hace!

Tienen libertad para predicar, evangelizar, enseñar, aconsejar, alabar y visitar a los enfermos. Es increíble tanta libertad, pueden viajar y hacer obra misionera, abrir misiones, ampliar y edificar templos incluso fundar Escuelas Bíblicas y formar a sus propios pastores, ordenándolos como profetas y apóstoles. Pueden formar grupos musicales y grabar sus propios CDs.

Anunciarse en el periódico, en anuncios panorámicos, predicar en la radio, en la TV y subir su página Web; organizar campañas evangelísticas y reuniones de consejo y liderazgo.

Los ministerios tienen libertad para escribir libros e iniciar un negocio de librería bíblica, vaya, hasta pueden hacer su propia versión de la Biblia, hacer reglamentos internos, confesiones y doctrinas de fe diferentes unos de otros; pueden organizar congresos mundiales de evangelismo y hacer campañas a nivel de país contratando Estadios y Televisión a nivel nacional; incluso formar Partidos Políticos y formar Alianzas Ecuménicas.

Incluso tienen la libertad de ir a sacarse la foto con el Papa, y lanzarse de candidatos políticos y ocupar lugares en los Congresos.

Los ministerios pueden delimitar territorios apostólicos, unos de otros; pueden contratar guardaespaldas impidiendo que los Creyentes comunes se les acerquen, tienen la plena libertad de reservarse el derecho de contestarte o ignorarte si quieren.

!Vaya! Incluso pueden proclamarse así mismos como los ungidos de Dios, o los enviados, o los iluminados de Dios; o declararse el Cristo encarnado o sustitutos del apóstol Pablo; tienen la libertad para decidir que porciones bíblicas desechar o aceptar.

Tienen la libertad de ponerle precio a las oraciones y negociar con la Palabra; pueden acuñar nuevas culturas y comportamientos en los Creyentes, adoptar tradiciones paganas y colocarlas al mismo nivel de Las Escrituras.

Nos quedamos cortos para señalar toda la libertad que tienen los ministerios de las Iglesias.

Las únicas trabas que tienen los Ministerios, son las que ellos mismos se imponen, por ejemplo no obedecer la Palabra de Dios, despreciar la Unidad que Dios ha dispuesto para la Iglesia y los Ministerios, consagrarse a Dios, buscar la santidad de Dios, tener comunión con las ovejas, trabajar en el desarrollo espiritual de los hijos de Dios, enseñar el No al Yugo desigual, entre otras cosas.

Bien, oramos para que esa libertad no se les termine, ni venga un López Obrador a perturbarles esa libertad.

Pero más bien oramos para que la libertad del Espíritu de Dios inunde a todo el Ministerio de la Iglesia de Jesucristo y se derrame a todos los redimidos con la sangre de Jesucristo. Amén