¡Me cansé!

Autor Pastor Roberto Arías Fernández

Guatemala

www.unnuevocamino.org

 

Entiendo que el mundo evangélico no admite que un ministro (pastor) confiese su cansancio, muchos pasajes dela Biblia prometen restaurar a los cansados, el profeta Isaías enseña que Dios restaura las fuerzas de aquel que ha perdido el vigor; también se que Jesús da alivio a los cansados y trabajadosPor eso, ya me preparo para las censuras de aquellos que van a escandalizarse con mi confesión re-producida, aquellos que se darán por aludidos, y considerarán que soy un critico derrotista o hasta un envidioso, siempre lo hacen, recibo mail de ministros con insultos, amenazas y maldiciones porque la verdad duele mucho, así como le dolía a los fariseos y saduceos cuando Jesús los confrontaba con sus actitudes y acciones. Los que son verdaderamente grandes han tomado lo suyo y refutado lo que no aprueban.

                           

Sin embargo, no puedo disimular: Me encuentro exhausto, me encuentro cansado.

 

Y no me cansé de Dios o de mi vocación; continúo entusiasmado y muy feliz con lo que hago; amo a Dios y su Palabra, como también amo a mi familia, mis discípulos y a mis amigos, permanezco creyendo esperanzado.

 

Reproduje esto como lírica esperanzada y mi agotamiento tiene otroorígenes.

 

Me canse del discurso traslativo, repetitivo e inadmisible de aquellos que mercadean con la Palabra de Dios, ya no aguanto más que se tomen versículos sacados de la ley mosaica, que se aplicaban a Israel y un pacto envejecido, para vender ilusiones a quienes llenan las iglesias buscando con sinceridad alivio y esperanza eterna. Esa supuesta posibilidad mágica de revertir una realidad cruel me destruye, porque se que es pura propaganda proselitista.

 

Me cansé de los programas de comunicación donde los pastores no anuncian más los verdaderos propósitos delverdadero evangelio, ni mucho menos enseñan el camino al Reino de Dios; montan show utilizando los dones que han recibido,

 

Me canse de las predicaciones humanistas mezcladas con las interminables supuestas necesidades de sus ministerios que solo esconden sus ambiciosos deseos de poseer más y más, y nunca se sacian.

 

Me cansan las evidentes vanidades religiosas, títulos y honores humanistas.  Es catastrófico observar a los líderes que adoran títulos, cargos y posiciones.

 

Me cansé de las vanidades académicas, con las maestrías y los doctorados que solo enriquecen los currículos y generan pavo reales sabios en su opinión, llenos de tonta soberbia, prepotencia y orgullo idolátrico alimentado por el servilismo de sus seguidores.

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Me canse y no soporto escuchar que otro más se autoproclamó “apóstol” cuando nunca en su vida ha hecho la más mínima obra apostólica y que en lugar de actuar como siervo, se proclama y predica así mismo como patriarca, amo y señor de la iglesia: muy lejos del principio bíblico establecido por nuestro Señor: de que el mayor sea nuestro servidor (siervo).

 

Me canse de los ministros vanidosos que aparentan humildad, que siempre se predican ellos mismos, porque gastan el tiempo alardeando las virtudes de sus propios logros, de los cuales fanatizan a sus seguidores, les gusta la sumisión y ser idolatrados por sus miembros aunque lo disfracen diciendo que es amor.

 

Me canse de ver la realidad de la vida de la iglesia de nuestro país, miles de miembros estereotipados y etiquetados como lideres, sumidos en la ignorancia y el abandono pastoral, confortados por el engaño de las enseñanzas supersticiosas de sus lideres, que solo los ven como gente a quien utilizar y presionar para llenar sus reuniones, con la mal vendida idea de que sirven a Dios, sin realmente preocuparse por sus vidas y el futuro que les espera.

 

Me canse de la gente que necesita bozales, que no sabe ser libre y no logra caminar con principios, gente que vive la vida de los ministros, y no su propia vida. Considero intolerable convivir con aquellos que se conforman a una existencia bajo el dominio del hombre y de la ley y no del inmenso amor de Dios y su gran propósito de introducirnos a su Reino.

 

Me canse de las personas idolatras, auto-engañadas y fanáticas que proclaman que determinado ministro es su pastor cuando este ni les conoce, ni les llama, ni les visita y jamás ha compartido la mesa con ellos, “están muy ocupados” cuando un verdadero pastor da su vida por sus ovejas y las cuida y las auxilia.

 

Me canse de los mal llamados seminarios explosivos de iglecrecimiento y avivamiento, donde enseñan a los llamados lideres que la forma de llegar a ser fructíferos y discípulos es ganado almas, cuando en realidad su verdadero deseo es que sean instrumentos para llenar sus iglesias, muy diferente a lo que la palabra de Dios nos enseña acerca de lo que es ser, un verdadero discípulo y ministro de la reconciliación.

 

Me canse de la enseñanza y predicación terrenal de los pastores modernos, donde solo guían el alma del hombre  a buscar y correr tras añadiduras y a desear mas y mas y mas,, lo que este mundo ofrece… como ovejas al matadero que ignoran que su final es de muerte y sin herencia en el Reino de Dios.

 

Me cansé de tener que estar explicando la abismal diferencia que existe entre la verdadera fe bíblica y las creencias populares supersticiosas basadas en un revoltijo de versos bíblicos fuera de contexto y estimuladas porlos deseos de resolver situaciones materiales.
 

Me canse hasta el hastío saber de las infinitas campañas de milagros y reuniones de oración sanadora, de usurpadores de la gloria de Dios se roban el show soplando sobre multitudes me dejan desanimado porque se, queincitan, excitan e influencian a las personas a prestarse fanáticamente a “caer bajo el poder el Dios” se prestan a tan antibíblica acción y donde lo peor lo mas devastador de todo, es que los asistentes llegan con la intención dever y escuchar a determinado predicador nunca a nuestro gran Señor y Salvador Jesucristo.

 

Me canse y no aguanto más cultos para atar demonios y vuelos en aviones para ungir y para quebrar las maldiciones que están sobre mi país y sobre el mundo, y que hasta hoy ningún resultado es palpable,, al contrario la pobreza, la corrupción, degeneración, violencia, y herejías satánicas crecen en todo nuestro ámbito social y en todo nuestro país a causa de la vida injusta de los lideres de la iglesia.

 

Me cansa la aburrida repetición de las teologías sin creatividad ni riqueza poética. Siento lástima de los teólogos que se contentan reproduciendo lo que otros escribieron hace siglos. Presos por los moldes de sus escuelas teológicas, no logran admitir que existe el punto de vista de Dios en la lectura de las Escrituras. Conviven con una teología prefabricada. No alcanzan a ver su pobreza porque creen que basta profundizar en el conocimiento “científico” de la Biblia, y entre comillas develarán los misterios de Dios.

 

Me cansan los estereotipos pentecostales. Que doloroso es observarlos: sin una nueva visitación del Espíritu Santo, buscan crear ambientes espirituales con gritos, lloros forzados  y manifestaciones emocionales, pero sin Amor a las escrituras, ni al prójimo. No hay nada más desolador que un culto pentecostal con una coreografíatécnica, cuidadosa y decorada, pero sin vitalidad espiritual.


Me canse de las preguntas que me hacen sobre la conducta cristiana y el legalismo, me cansa esa mentalidad pequeña, que no sale de las insignificancias, que no concibe un ejercicio de culto más noble; que no piensan en los grandes temas del reino.

 

Me canse además de igual manera la injusticia administrativa  que opera dentro de muchas iglesias donde gastan miles y millones en construir edificios, colegios, emisoras de radio y hasta canales de televisión, con dinero de la misma iglesia y aun a costillas de los pobres, huérfanos y las viudas a los cuales estamos obligados a ayudar, en lugar de desperdiciar los recursos en edificios de herencia pastoral.  Que gran diferencia con los ejemplos bíblicos de justicia y amor al prójimo demostrado, y practicado por los verdaderos apóstoles, donde el fin es que nadie tenga necesidad de nada. ¡Hoy eluden su responsabilidad bajo humanismos mezquinos de solo “orar” y enseñar a dar diezmos y ofrendas como mecanismo para recibir de Dios, en lugar de darle al necesitado.

 

Me cansa la lectura simplista que algunos sectores evangélicos hacen de la realidad; me siento triste cuando percibo que la injusticia social es presentada como una mística y satánica conspiración, y no como fruto de una construcción social perversa. No se consideran los siglos de preconceptos, ni que existe una economía perversa que opera exaltando y privilegiando injustamente a las elites desde hace siglos, aun dentro de la misma iglesia.
 

Me cansan los libros evangélicos traducidos a nuestro idioma, no tanto por las traducciones mal realizadas, que nada tienen que ver con nuestra realidad, ya no aguanto más libros con diez leyes o veintiún pasos para cualquier cosa. No logro entender como una iglesia tan vibrante  necesita copiar los ejemplos del Norte, donde la abundancia de ignorancia es tanta que los profetas mismos anuncian el pecado de la complacencia terrenal entre los creyentes.

 

Me canse de ver y oír a los lideres que enseñan a las personas a menospreciar el pacto perfecto y eterno en la sangre de Jesucristo diciendo” Traiga dinero pacte con Dios y recibirá lo que siempre a querido y esperado, ¡¡Dios me lo dijo!!! Eso es una tremenda herejía anticristiana. El pacto de Sangre incorruptible  de Cristo es suficiente y que no debemos pactar de nuevo con dinero corruptible. Como si el pacto en su sangre no fuera suficiente, como si la Biblia no dijera que cualesquiera que fueran las promesas en Cristo todas son si y son amen...

 

Me cansa tener que explicar que no todos los pastores son ambiciosos y que las iglesias no existen para enriquecer a las familias pastorales por medio de doctrinas patriarcales.

 

Me cansa oír a pequeños pastores expresar sus sueños de comprar terrenos y edificar edificios mal llamados“templos” como la meta y el sueño de su vida, lo cual me muestra que el concepto de éxito ministerial lo han tomado de los grandes empresarios y mal llamados ministros de éxito,  y no del concepto bíblico de construir oedificar a el verdadero templo, la verdadera iglesia, la casa de Dios o cuerpo de Cristo.

 

Me cansa la falta de belleza artística de los evangélicos. Hace poco tiempo fui a ver un show de música evangélica, sólo para salir de allí devastado. La música era la misma repetitivas baladas, mediocre, la poesía ordinaria, y lo peor, se percibía el famoso interés comercial tras el evento.

 

Me cansé de tener que dar explicaciones todas las veces que hago cualquier negocio en nombre de la iglesia. Tengo que demostrar que nuestra iglesia no tiene ninguna deuda impaga, que no es rica y que vivimos con un presupuesto ajustado. No existe nada más extenuante que ser obligado a demostrar, a familiares y amigos no evangélicos, que aquel último escándalo del ministro de la iglesia tal que se hizo millonario, no representa a la gran mayoría de los ministros que viven dignamente y con temor de Dios.
 

Se que estoy cansado

 

Sin embargo, no permitiré que mi cansancio me vuelva cínico ni mucho menos un amargado.

Decidí luchar para no torcer, contaminar y atrofiar mi corazón.


Por eso, elijo no participar de una máquina religiosa que fabrica íconos.

 

·        No me pelearé por los primeros lugares en las fiestas solemnes patrocinadas para gente importante.

·        Jamás ofreceré mi nombre para componer la lista de famosos oradores de cualquier conferenciapromotora de mercantilismo eclesiástico.

·        Renuncio a querer adornar mi nombre con títulos de cualquier especie, solamente el titulo de Siervo de Jesucristo que Dios Padre me ha dado.

·        No deseo ganar aplausos de auditorios famosos, diciendo a los demás lo que ellos quieren oír, si no, en conferencias donde promueva la verdad que beneficie eternamente al cuerpo de Cristo y lo dirijan a heredar el reino de Dios.

·        Buscaré la convivencia de los pequeños grupos (grey), donde seguiré enseñando la palabra de Dios yextendiendo mi mano al menesteroso.

·        Mi defensa será al lado de personas simples, pues quiero aprender a valorar los momentos sencillos de la vida  que Jesús vivió y que por El puedo vivirlos ahora.

·        Leeré más poesía bíblica para entender el alma humana, para continuar soñando que un día veremos a los llamados grandes junto con nosotros, dar su vida por los demás.

·        Deseo meditar en su Palabra otras muchas veces delante de la puesta del sol, para, en silencio, agradecer a Dios por su fidelidad.

·                   Quiero volver cada mañana a orar en lo secreto de mi cuarto donde mi Padre esta, y tomar con sed las Escrituras, como una carta de amor de mi Padre.

Es posible que otros se encuentren tan cansados como yo.

 

Si ese es tu caso, te invito a cambiar de agenda; romper con las estructuras religiosas que absorben las energías y la vida que Dios Padre nos dio a través de Jesucristo; a amar las escrituras y estudiarlas con profundo entusiasmo, responsabilidad y dedicación, y volver a avivar el fuego que ardía en ti.

 

Te invito

v        A iniciar una nueva forma de hacer las cosas a ser un verdadero discípulo de Cristo.

v        A higienizar con el lavamiento de la palabra de Dios todas las enseñanzas inclinadas al mercantilismo y ambición.

v        A dar nuestra vida por los demás con buenas obras y ayuda mutua como muestra del sincero y profundo amor que fue derramado en nuestro corazón

v        A capacitar al pueblo de Dios para la obra del ministerio de la reconciliación.

v        A edificar a la iglesia, hasta la plenitud de aquel que lo llena todo en todo.

v        A definir nuestro camino al Reino de Dios y herencia eterna.

 

Jesús afirmó que de nada sirve ganar el mundo entero y perder el alma.

Todavía hay tiempo de salvar la nuestra.

 

 

Roberto Arias

Siervo de Jesucristo

La iglesia en Internet

www.unnuevocamino.org

 

Santiago 5:19

Hermanos míos, si alguno entre vosotros es engañado, desviándose de la verdad, y otro le hace volver, sabed que el que haga volver al pecador del error de su camino salvará su vida de la muerte, y cubrirá una multitud de pecados.

 

Bienvenidos Ministros del Señor Jesucristo

Este espacio ha sido abierto para que ustedes puedan tener un Soporte Espiritual y puedan ejercer un Ministerio competente a favor de los hijos de Dios, a quienes ama y por quienes Jesús se ofreció en sacrificio.

Todos los conceptos que utilizamos están bajo el diseño del Reino de Dios; para mayor comprensión, usted debe estar ministrando bajo Efesios 4:11; el Equipo que Dios escogió para Su Iglesia.
La Ley por Moisés fue dada, pero La Gracia y la Verdad vinieron por medio de Jesucristo. Juan 1:17

Este es un texto que contrasta dos mensajes, dos pactos, dos reinos. El Pueblo de Israel bajo la ley de Moisés casi llega a la cuspide, sin embargo, La Iglesia supervisada por los Ministros profesantes actuales, no ha superado ni alcanzado el testimonio esperado por causa de que tomaron del Pacto con Jesús, solamente una gracia de oferta, ignorando LA VERDAD de acuerdo al concepto de Dios.

Bajo esta "Gracia" han ignorado el Señorío de Jesucristo.
 
Last Update.11 Dic.2010 Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
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