Orhac, Derechos Espirituales del Creyente,
responsabiliza a la Iglesia profesante de que se estén dando los pasos siniestros en las Naciones respecto al Aborto, la Eutanasia, la legalización de matrimonios entre personas del mismo sexo tal como en Sodoma y Gomorra; la mordaza ante las leyes que han callado en las Escuelas la oración y la lectura de la Biblia; el derrumbe de los iconos que representan la ley de Dios: la desintegración familiar; el incremento de la criminalidad y la drogadicción en los jóvenes; la violencia familiar; la corrupción en los Gobiernos, y mucho más. Responsabilizamos principalmente a los pastores de las iglesias, y ahora también a los llamados apóstoles que crecieron en racimos pero sin unidad; a los Concilios, Denominaciones; Movimientos Carismáticos; iglesias tradicionales; Ministerios, incluso a aquellos que son reconocidos como justos y de sana doctrina. Los responsabilizamos de la falsa predicación generalizada basada en unos cuantos textos de la Biblia; su desobediencia a la orden del Señor dada en Mateo 28; Los responsabilizamos de torcer la Biblia, ignorarla; mutilarla tomando solo la parte que agrada a los hombres; de marginar el Señorío de Jesucristo y la obediencia a su Nombre y la Palabra. Responsabilizamos a hombres y mujeres que voluntaria, por ignorancia o ingenuidad le hacen el juego a los falsos ministerios reconocidos a fomentar y promover la popularidad y doctrina de los tales. Los responsbilizamos de hacer una parodia de lo que es el reino de Dios: de fomentar la proliferación de ministros ilegítimos, y sin llenar el perfil de Dios. Los llamamos a una conversión generalizada para que sobreabunde la gracia de Dios en medio de Ur de los Caldeos, y restauren los fundamentos eternos en los cuales se basa la Santidad, la Unidad, la Justicia, la Obediencia y el sometimiento al Señorío de Cristo. |
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