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Los resultados de una perspectiva equivocada dio lugar a un Evangelio débil, ineficaz y corrupto que no favorece los intereses del reino de Dios, pero si su manipulación inclinada a beneficiar a intereses particulares. Una equivocación, ingenua o maliciosa es ignorar la causa del pecado: LA DESOBEDIENCIA. Esto nos conduce a una salvación del Hombre, chata, a una salvación con un salvador, sí, pero sin un Señor Jesucristo. Y sin un Señor no hay reino de Dios. Recordemos que la desobediencia a Dios llevó al hombre bajo la sujeción del Maligno, sujeto a su voluntad (2 Timoteo 2:26); al salir del Huerto entraron a una tierra bajo maldición y bajo el gobierno y reino del Diablo (Efesios 6), a quien legalmente fue entregada (Lucas 4:6). La Salvación en sí consiste en regresar al mismo estado en que se encontraba antes de desobedecer, al reino de Dios, bajo su sujeción, en santidad, una vida en justicia y bajo la cobertura del Altísimo, y para eso se necesita primeramente EL ACTO DE OBEDECER.
Jesús a través de la cruz legalmente logra recuperar el control de Dios y crea las formas para que el Hombre sea restaurado; no basta señalar el medio que es Jesucristo, sino también el cómo. Consiste en que el Hombre haga un renunciamiento de a quien está sujeto –El Diablo- a su reino de tinieblas, su cultura y forma de vida; rompiendo la maldición a que fue condenado cuando Adán pecó, removiendo las raíces como un “ser viviente”; en sí, eso es el ARREPENTIMIENTO. Si el pecador no está consciente de su precaria situación, entonces desconoce El Evangelio que le están predicando, y no se efectuará el acto del nuevo nacimiento. No será trasladado al reino de Dios (Colosenses 1:13), bajo la obediencia del Señor Jesucristo, sino a un culto, condenado a pasar toda su vida sujeto a una banca y bajo “un pastor” que cada Domingo le estará predicando que no falte a los cultos, que diga Amén, que se bautice, que lea la Biblia, que alabe a Dios, que ame a su prójimo, que de sus diezmos, que levante las manos, etc. El afirmar que Jesucristo ya lo hizo todo, que USTED no tiene que hacer nada, es un Evangelio impreciso predicado por Ministros mal informados y que no llenan el perfil de Embajadores del reino de Dios, para darles entrada… El hecho de que el Señor Jesús haya sido la persona que Dios usó para redimir el pecado del Hombre a través de la obediencia y el sacrificio de la cruz, no indica que ya se considera que todos los hombres hayan obedecido y que son aptos para el reino de Dios, se requiere y Dios demanda una vida de obediencia. Es por eso que la gracia es derramada y es el detonante que capacita al hombre para obedecer. La Biblia no se queda callada en este sentido por más que sus Ministros quieran voltear la vista haciendo como que la virgen les habla.
Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le OBEDECEN. Hechos 5.32 “Los que han obedecido el Evangelio” En el reino de Dios, todos los que son trasladados allí tienen que aprender a obedecer en los diferentes roles de su vida cristiana. En el comparativo que hemos venido utilizando respecto a Israel, ellos, a pesar de que decimos que no tenían el Espíritu, obedecían la ley que le fue dada por Dios a Moisés porque creían que Dios le había hablado, además no eran selectivos aceptando una palabra y rechazando otra; así también los Creyentes que tienen el Espíritu debían obedecer la Palabra por el hecho de que creemos que Pablo escuchó de Jesucristo las cartas que tenemos en la Biblia. Israel, genéricamente tomaba toda la Escritura como una sola, en cambio Pablo enfatizó muy bien lo referente a las áreas de OBEDIENCIA ESPECÍFICA señalando cuatro variantes en el reino de Dios, y la palabra clave para identificarlas es SUJECIÓN: La sujeción es el medio de que la persona podrá ser servida por sus mayores, debe obedecer fielmente a aquellos que le sirven y están designados y capacitados por Dios para que ejerzan un Ministerio competente para que usted se desarrolle y crezca en todos los niveles para siempre esté bajo cobertura. El no sujetarse y obedecer, prácticamente lo deja sin cobertura espiritual, tal como sucedió con el hijo prodigo. Dios en su diseño señaló cuatro áreas en que el Hombre y la Mujer estarán involucrados de por vida, tanto en el reino de Dios como fuera de él (obvio que los no creyentes estarán dispensados de su relación con las leyes de Dios para su Iglesia); que “la Gracia Reformada” no lo incluyó en ese sistema:
1 Corintios 11:3; Efesios 5:22; Efesios 6:1-4; Colosenses 3:18-21; 1 Pedro 3:1; Tito 2:4-5
1 Pedro 5:5; 1 Pedro 5:1-4
Gracia sin obediencia, lo conduce a la religión y sus Cultos bajo una autoridad humana gubernamental, en cambio Gracia y Verdad lo conduce a un Evangelio que lo involucra en el reino de Dios, en el cual la palabra clave es SUJECIÓN Y OBEDIENCIA. La religión ha jugado a una concepción del reino de Dios, futura, ausente, milenaria, virtual, imaginaria, mientras que aquel que hizo caer al Hombre que iba a establecer el reino de Dios sobre la tierra, desde el principio ha obrado fortaleciendo su reino de tinieblas, organizándolo y dirigiendo sus ataques contra una turba de Creyentes y Ministros desorganizados, sin unidad, sin autoridad, sin el Espíritu, sin diseño, sin estrategia, sin planes de crecimiento y desarrollo espiritual para las familias; sin ninguna oportunidad de que puedan tener acceso a los dones del Espíritu y su Fruto, simplemente los obligan a reunirse cada semana en un Culto para arengarlos a que den sus diezmos y sean fieles a su Denominación o Ministro; No hay concepción de un Orden, de una Autoridad, de Unidad, de presencia del reino de Dios, de certidumbre, de la presencia de un Señor Jesucristo, de Santidad; ni idea de un Santuario que requiere que sus Ministros se vistan del oficio sacerdotal y que deben formar en los discípulos este sentir en su espíritu. En esta atmósfera ausente de la Cabeza de la Iglesia, se ha prestado para el caos, sin dirección, cada quien hace lo que quiere; desorden doctrinal, proliferación de ideas y pensamientos sin el Espíritu por encima de los de Dios; cada quien cree tener la razón y los códigos de Dios para interpretar las Escrituras pero irónicamente declaran que la Biblia es su REGLA de fe y conducta. LA GRACIA DE DIOS Es obvio que a todos les queda muy claro el concepto y significado de la Gracia de Dios, pero la han sobredimensionado humanamente en comparación para lo que la iglesia católica demandaba, es decir, tomaron ese camino para contrarrestar el sistema de las obras. Así que poco a poco la dirección se perdió, nunca lograron encontrar el camino de Dios a su diseño, propósitos y voluntad; cada quien fue adecuando la Biblia a su modo de pensar, cada día nace una nueva versión de acuerdo al pensamiento de los diferentes ministerios, pero sin siquiera acercarse a la voluntad de Dios. Fue así que muchos se aferraron a la “gracia reformista” y empezaron a hacer un catálogo de textos del favor de Dios para los creyentes, pero huyendo de aquellos textos que forman el carácter y crean compromiso. La Salvación se desvaloró y se puso al alcance de todos sin cubrir el requisito esencial del arrepentimiento, cambiándose por otros formatos. Igual, la singularidad de Jesús como Hijo de Dios y su Señorío se escondió de la predicación de la Salvación, reduciéndola a un simple Salvador solucionador de todos los problemas del Hombre, pero sin ninguna responsabilidad. ¿Quién dicen los hombres qué es el Hijo del hombre? Preguntó Jesús a sus discípulos; a lo que ellos contestaron: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. Es el momento cumbre de la Historia que Dios escogió para revelar los misterios de Dios al Hombre. Mientras se seguía viendo a Jesús como un gran hombre, como un Jeremías, como un Juan el Bautista, como Elías o uno de los profetas, aquellos hombres que se sujetaron al discipulado de Jesús recibieron la revelación del comienzo de un nuevo día para la Humanidad. Mateo 16:18-21 narra como Jesús comenzó a abrir el libro de los sucesos que seguirían a aquella revelación de Dios. Pues bien, la técnica (misma técnica que el Diablo) que el sistema religioso siguió fue ocultar cualquier verdad que hiciera sentir mal al pecador, y que lo llevará a una obediencia a Cristo; en cambio se le empezó a predicar la Biblia a medias, sin obstáculos para que se incorpore a una Denominación: Con un “descanso” sin necesidad de sujetarse al Señorío de Jesucristo; un Mateo 11:28 sin el compromiso que implica Mateo 11:29. Una predicación basada en Marcos 16:15 (pasaje cuestionadoMarcos 16:9-20), donde el predicador no tiene ninguna responsabilidad de crear un vínculo con el Creyente, como lo implica el mandato del Señor Jesús en Mateo 28:18-20. Los creyentes producto de Marcos 16:15 son conducidos a un Culto mientras que los predicadores siguen al siguiente pueblo; pero un Creyente quien ha conocido el Evangelio bajo el mandato de Mateo 28, predicado por siervos que siguen los intereses de Jesús, crean un vínculo con los discípulos y éstos crecen espiritualmente conscientes del Señorío de Jesucristo y de su reino, donde no solo perciben lo que pueden recibir de Dios bajo su Gracia, pero también el sentido de responsabilidad que le da equilibrio a los hijos de Dios; y esto implica obediencia no cuestionada, en cambio los creyentes nominales como carretillas solo llegan hasta donde las empujen. Introducir los enlaces de los artículos idóneos que coadyuvan a entender la perspectiva de Dios. |
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