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El Equilibrio del Creyente El Señor Jesús introdujo el concepto de La Gracia en combinación con La Verdad (a cambio del concepto de la Misericordia de Dios en la Ley) como un contraste muy profundo en comparación con la aplicación de La Ley; lo cual no pudieron entender por que los ancianos convirtieron al pueblo en servidores de La Ley, en vez de que la Ley les sirviera a ellos como un ayo. Así el Mundo y Los Creyentes, han despreciado el equilibrio que viene de Dios, al igual que los edificadores de Israel: A Jesucristo la Piedra del Ángulo que consiste en la Gracia y la Verdad que vinieron por medio de él. Esta Falla de Origen será aprovechada por las Tinieblas; así como la aprovechan los Ministerios socavando el Diseño de Dios, y aplicando solo la parte que satisface al hombre. Los Ancianos recibieron La Ley de Moisés que fue dada por él, pero rechazaron la Misericordia que les señaló el Señor Jesús; así también los Ministerios han recibido la Gracia que vino por medio de Jesús, pero rechazaron LA VERDAD. Juan 1:17 Por mucho tiempo la Iglesia y su Ministerio ha caminado en la Gracia gozando de los beneficios y el poder emanado de ésta. Desde el principio se equivocaron al no descubrir y caminar en la Verdad (concepto incomprendido por el ministerio) pues al salir de un Sistema endurecido y lleno de trabas e imposiciones del catolicismo no pudieron discernir la esencia de la Verdad, confundiéndola con un concepto similar al sistema de la Ley. Así que los creyentes de esa generación tuvieron una especie de liberación al abrazar, y en la aplicación de la Gracia de Dios, pero sin el equilibrio de La Verdad. Todavía estos vestigios del concepto aislado de la aplicación de la Gracia podemos verlo en los “grandes” predicadores atrayendo a miles a las filas del Cristianismo: “Den un paso adelante” y “levanten su mano”; todo esto acompañado con el fondo y la magia de la música “tal como soy”. Todos los predicadores tomaron el pasaje de Marcos 16:15 “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”. Dicho sea de paso que el pasaje es puesto en duda por las primeras y principales versiones de la Biblia; las versiones modernas y particulares de la Biblia ya han desaparecido la advertencia del pasaje: Marcos 16:9-20 Aunado a esto, dicho pasaje no implica ningún compromiso para los nuevos creyentes, más que solo vivir recibiendo los beneficios de la Gracia de Dios. Lamentablemente la Gracia la impartieron como un pan con mermelada, pero sin el compromiso de comerse el pan. Lo mismo los Predicadores tomaron los pasajes parciales, eliminando el compromiso que Dios dispone para el Creyente y predicando únicamente la parte agradable del Evangelio, la Gracia. (Esa técnica es muy recurrida por Satanás) Tomemos dos ejemplos clásicos que le han dado el éxito a más de cuatro evangelistas: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” Mateo 11:28 “Yo soy Jehová tu sanador” Éxodo 15:26 La Gracia en la Palabra de Dios siempre tiene su contraparte, pero los Evangelistas la eliminaron de sus Campañas tanto masivas como de barrio. Los dos pasajes citados tienen la contraparte de la Gracia que es La Verdad que es el catalizador de la Gracia en el Creyente, la piedra del ángulo que le da el nivel y la plomada al Cristiano. Los grandes Evangelistas eliminaron de la Biblia la parte que liga al Creyente con el Señorío de Jesucristo: “Llevad mí yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mí yugo es fácil, y ligera mi carga”. Mateo 11:29-30 Es cierto que Jesús es el siervo de siervos, pero también Señor de Señores, así que los Creyentes solo se benefician de lo que el Señor puede hacer por ellos como siervo, pero no lo que los Creyentes pueden hacer por el reino de Dios, porque no han sido discipulados en La Verdad. Igual ocurre con el pasaje de Éxodo 15:26, los Evangelistas eliminaron la parte que compromete al Creyente con Dios: “Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti” Seleccione cualquier iglesia del sitio donde reside y siéntese a escuchar el sermón de un domingo por la mañana. En medio de los efectos especiales escuchará el sermón clásico de los pastores tratando de enderezar a los Creyentes a quienes han anclado en la Gracia y ahora no los pueden sacar de allí para que cumplan con sus Responsabilidades de Cristiano: “No dejen de asistir”; “bautícense”; “den sus diezmos”; “vengan temprano”; “levanten sus manos y alaben a Dios”; “digan Amén”; “repitan”, etc. Todavía se puede encontrar en las Librerías Evangélicas las “tarjetitas del pan de vida” que se acostumbra colocar en la mesa familiar; cualesquiera que usted saque siempre esa tarjetita se relacionará con la Gracia, pero nunca con La Verdad; es decir, con un beneficio de Dios, en el que el Creyente no se siente comprometido con nada. Esta es la realidad de la Iglesia profesante con sus Ministerios, tienen que seguir evangelizando porque los miembros de sus iglesias ya se fueron a otra iglesia más carismática y con más atractivo; los creyentes en ese estado tienen que andar como cristianos itinerantes de iglesia en iglesia, de doctrina en doctrina y de Portal en Portal. ¡Esto no termina aquí! |
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